El presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Nemesio Rodriguez, afirmó que la crisis sin precedentes que  atraviesa el sector periodístico está obligando a una “búsqueda desesperada de un modelo de negocio exitoso” que pone en cuestión elementos deontológicos fundamentales del periodismo como la veracidad, la verificación de los hechos y su contraste con fuentes fiables.

Esta búsqueda se hace en un contexto de precariedad laboral y salarial y presiones internas y externas a los periodistas que hacen que nos preguntemos si se pueden mantener sin sufrir represalias los criterios éticos y deontológicos que rigen la profesión, dijo Rodríguez en la inauguración de la jornada sobre “La ética periodística como respuesta al nuevo desorden informativo”, organizada por la FAPE y el Consell de la Informació de Catalunya (CIC) y celebrada en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).

El secretario general del CIC, Albert Garrido, afirmó en la presentación que el desorden informativo al que alude el título de la Jornada, “más que un desorden es un caos”, e hizo referencia a las redes sociales que se han constituido en una especie de medios paralelos “en los que hay mucho ruido”.

En la primera mesa redonda relativa a “La ética periodística en tiempos de precariedad”, la moderadora,  Magis Iglesias, periodista, expresidenta de la FAPE y analista política,  aseguró que la precariedad en el sector está estrechamente vinculada a la crisis que enfrente el periodismo desde el punto de vista ético. Iglesias también aludió a la crisis de modelo provocada por la irrupción de la tecnología digital: “Existe una dicotomía entre lo nuevo y lo viejo, y está mucho más perfilado el funcionamiento de lo nuevo que la reconversión de lo viejo”, expuso.

La precariedad siguió captando el protagonismo en la intervención de Luis Palacio, editor de DigiMedios y director del Informe Anual de la Profesión Periodística de la APM, quien se mostró convencido de que el nivel de independencia y neutralidad de los medios está directamente relacionado con las malas condiciones laborales en que ejercen muchos periodistas. Esas mismas condiciones son también el motivo de buena parte de las presiones a las que se ven sometidos los profesionales de la información. Además, afirmó, “el problema no es tanto que existan presiones sino de dónde proceden”, en un 60% de los directores y los propietarios de los medios. Palacio puso también sobre la mesa el alto número de nuevos graduados universitarios en Periodismo que hay cada año en España y que genera un conjunto que empuja a la baja el reconocimiento laboral del periodista.

En la misma mesa, Mariano Rivero, coordinador general de la Agrupación de Periodistas de UGT (AGP-UGT),  alertó sobre la que considera “enorme” situación de precariedad que atraviesa la profesión. “El paro sigue siendo importante, y junto a las malas condiciones laborales se dan situaciones como la existencia de los falsos autónomos o el intrusismo”, dijo, sin olvidarse de la aparición de los nuevos actores políticos, que cada vez van a estar más presentes, “que vetan a periodistas y hablan de cerrar televisiones”.

Sin embargo, para el jefe de Economía de la Cadena Ser, Javier Ruiz, la culpa de la pérdida de la ética periodística y de la situación laboral del sector no está en los jóvenes, en el  intrusismo, ni en los propios periodistas, sino en los grandes grupos empresariales. “Empresas que se saben fuertes y nos saben débiles. El desequilibrio es tan brutal que el único refugio que nos queda es la ética. Alguien ha decidido que somos ‘comprables’ y eso nos lleva a que la autocensura sea preocupante, pero mucho más el silencio informativo”.

Tras este primer debate en torno a la ética y la precariedad periodística, Victoria Prego, presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid,  ofreció una conferencia sobre “Cómo recuperar la confianza del público: la ética del periodista”.

Prego afirmó que los periodistas “nos hemos convertido en el pim, pam, pum de las fuerzas políticas” y, por esa parte, el crédito periodístico “está siendo devastado”. Además, los ciudadanos se están acostumbrando a consumir las noticias que les convienen pero no están interesados en conocer la verdad, y “han comprendido, erróneamente”,  que ellos son los dueños de la información. “Con este error están firmando su sentencia de muerte como ciudadanos críticos”.

Por todo ello, la presidenta de la APM opinó que se dan muy malas condiciones para rebatir el problema del descrédito, añadiendo, sobre la posibilidad de que estas condiciones mejoren con la imposición del modelo de pago por noticias en España, que “será inevitable que quienes paguen sean los ciudadanos más formados, por lo que hemos de ser conscientes de que se dejará fuera a la mayor parte de la población, que seguirá sometida a todo tipo de manipulaciones”.

En la sesión vespertina, Ignacio Escolar, director y fundador de eldiario.es, habló sobre “La ética y la batalla de las audiencias: la mercantilización del periodismo”, en una entrevista realizada por la periodistas y community manager Sara Pérez.

Escolar aseguró que la publicidad digital no es rentable y casi todos los medios funcionan ya, o lo van a hacer en breve, con el pago por informaciones.

En relación a este cambio de modelo, Escolar señaló que “alguien que te lee gratis te pide menos que alguien que te paga por leerte, y si lo que busca un medio son lectores de pago debe hacer algo totalmente distinto a si únicamente persigue subir su audiencia”. Según Escolar, para el receptor cada vez estará más clara la diferencia entre la prensa sensacionalista y la de calidad, igual que  lo está la que existe entre “Juego de tronos y Supervivientes”. “Por eso, por una cosa paga y por la otra no”, concluyó.

En la mesa redonda sobre las tertulias, los tertulianos y la deontología, la moderadora, Verónica Sanz, presentadora  en Telemadrid de “Buenos días Madrid”,  afirmó que es defensora de las tertulias, pero precisó que “los tertulianos no tienen por qué ser enciclopédicos ni saber de todo”.

De la misma opinión se mostró Íñigo Alfonso, director y presentador de las mañanas de RNE, quien, tras afirmar que un tertuliano no puede saber de todo ni opinar de todo, abogó por buscar tertulianos analistas “que planteen los temas con autonomía e independencia”.

Para Alfonso, los datos demuestran que no vivimos un buen momento para la profesión periodística porque, “aunque cada vez se consumen más nuestro producto (tertulias, información política…) tenemos menos credibilidad”, e invitó a los presentes a plantearse si “una tertulia es un buen medio para explicar cómo va el país”.

Angélica Rubio, directora de Elplural.com, sostuvo que las tertulias son un fiel reflejo de la realidad, ya que los españoles “debatimos igual en la televisión que en casa o en el bar”.

Rubio afirmó que la ética en las tertulias es la misma que en otros géneros periodísticos y es es “básicamente, un compromiso con nosotros mismos para creer, por lo menos, que lo que decimos es cierto”. Ese compromiso ético es muy sencillo:. “Se trata de no mentir, ni a ti mismo ni a los demás”.

Para Encarna Samitier, directora de 20 minutos, el tertuliano tiene que ser un buen periodista, dar información veraz y opinión rigurosa basada en hechos contrastados. “Me encanta la contextualización y la verificación y dar a otras personas lo que ellas no tiene: la clave”. Por eso, se mostró convencida de que la fórmula de la tertulia tranquila y analítica va a estar ahí siempre, “porque siempre va a hacer falta”.

Gabi Sanz, corresponsal político de Voz Pópuli,  citó entre las cualidades que deben adornar a un tertuliano la honestidad, el saber comunicar bien y el intentar aportar información y análisis. “Creo que los periodistas y los tertulianos responden a códigos distintos según lo que hacemos, y que quienes hacen informativos están sujetos a códigos mucho más rígidos que los que hacemos tertulias”, dijo.

“Los medios también quieren su dosis de espectáculo y, en ocasiones, se ha traspasado el umbral de la mentira en pro de ese espectáculo”, añadió.

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